Aikido infantil: desarrollo integral, físico y emocional
¿Porqué es bueno que la infancia conozca el Aikido?
La práctica del Aikido infantil y juvenil (de 6 a 10 años, y 11 a 15 años, respectivamente) no es competitiva, ya que se necesita la colaboración del otro para el propio aprendizaje.
Le ofrece la posibilidad de conocer y practicar un arte marcial no-violento, lo cual significa que dispondrá de recursos alternativos a la hora de afrontar situaciones generadoras de estrés y evitar recurrir a una respuesta violenta, temerosa o de negación de la realidad.
¿Qué se aprende en una clase de Aikido?
Las técnicas están desarrolladas para la mejora general del organismo, facilitan la concentración, la relajación, la voluntad, el incremento de la autoestima, los reflejos, la agilidad, el tono muscular, la elasticidad y la adaptabilidad. Como arte marcial tradicional, hace especial énfasis en valores básicos de convivencia como son el respeto, la capacidad de diálogo, la honradez, el sentido de justicia, el valor y la compasión, la cortesía, el honor, la sinceridad, el deber y la lealtad.
El instructor a cargo del grupo informa regularmente a los padres y madres de los avances o dificultades de cada niño, y realiza clases, dentro del calendario del curso.
La práctica del aikido no es competitiva, conlleva la toma de conciencia sobre los propios límites sin actitudes frustrantes de comparación con los demás. Cada persona debe ser respetada, pues es el fundamento para mantener una atmósfera limpia, donde la cooperación es la clave con la que alcanzar las propias metas.